El pastel de zanahoria y almendra es un sabroso dulce, esponjoso y con la miga blandita, donde la zanahoria y la almendra le conceden un sabor especial y es un pastel para compartir como postre, desayuno o a media tarde.
Este pastel se puede degustar tal cual sale del horno, pero he querido decorarlo con naranjas confitadas caseras y glasearlo con su propio almíbar, todo un regalo para los sentidos.
Este pastel se puede degustar justo al salir del horno, o también dejarlo reposar para tomarlo cuando está a temperatura ambiente, eso ya va a gustos.
Qué se necesita
Molde rectangular de 11 cm x 26 cm x 7 cm de altura
Ingredientes
- 15 g de Sucralín granulado
- Ralladura de una naranja
- 220 g de zanahoria cruda triturada
- 3 huevos
- 100 g de aceite de coco (o girasol u oliva suave)
- 120 g de harina de arroz (o trigo, avena)
- Pizca de sal
- 8 g de levadura de repostería (tipo Royal)
- 200 g de almendra molida
Para decorar (opcional)
Naranjas confitadas
Instrucciones
Enciende el horno a 180º con calor arriba-abajo
Engrasa el molde con spray desmoldante o mantequilla y harina o fórralo con papel de hornear.
Tamiza la harina de repostería, la sal, la levadura y la harina de almendras. Reserva
Tritura las zanahorias y reserva.
Mezcla con unas varillas manuales o eléctricas los huevos con el azúcar y la ralladura de la naranja.
Añade el aceite de coco e integra.
Agrega la zanahoria triturada e integra.
Incorpora la mezcla de las harinas en dos tandas hasta formar una masa homogénea.
Vierte la mezcla en el molde, hornea 10 minutos a 180º y baja a 170º y hornea 50 minutos más.
Comprueba el punto de cocción pinchando con una brocheta y si sale limpia, estará listo, en caso contrario, hornea unos minutos más.
Retira del horno, aguarda 10 minutos y desmolda sobre una rejilla para que enfríe.
Decora con la naranja confitada.
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