Existe una revolución en el mundo de los edulcorantes. Los encontramos de todo tipo, naturales y artificiales. Pero como siempre no hay una información muy clara de lo bueno y lo malo de cada uno de ellos, y donde Sucralin, los supera a todos.
La alimentación como otros sectores también evoluciona, y la sociedad cada día es más consciente de que somos lo que comemos. Para lo bueno y para lo malo. Tenemos cada día nuevos colectivos que están reclamando productos más naturales.
El azúcar es un producto que es imprescindible para cocinar y para muchos de los productos que comemos, no obstante, las alternativas siguen apareciendo, para colmar la demanda de los nuevos consumidores.
Incluir edulcorantes en la dieta diaria en sustitución del azúcar puede contribuir a frenar la epidemia de obesidad que se extiende por los países desarrollados. Pero como todo producto, debe ser también beneficioso para el organismo.
Un edulcorante es toda sustancia capaz de dar sabor dulce a un alimento o una comida. Incluir edulcorantes en la dieta diaria, sustituyendo total o parcialmente el azúcar, contribuye a frenar la obesidad que a tanta gente le amarga la vida y la salud. Pero todos los edulcorantes no son iguales, los hay basados en la química, por ello, artificiales y los naturales.
Sucralin es un edulcorante natural procedente de la caña de azúcar, por tanto, es beneficioso para el organismo. Y es que además de ser un producto universal, es decir que lo puede tomar cualquiera sin riesgos para la salud (las personas con diabetes), y las personas que se quieren cuidar, con una dieta equilibrada y saludable, han encontrado en Sucralin el complemento perfecto para seguir endulzando su vida (0% de calorías sobre el azúcar). Además de ser muy sensible a las personas con intolerancias como al gluten y la lactosa (Sucralin no tiene ninguna de las dos)
¿Puede ser el sustituto del azúcar? Rotundamente sí. Principalmente porque sus características no son comparables con los edulcorantes artificiales que también existen en el mercado.
Y es que nuestro producto puede utilizarse para cocinar, como el azúcar, ¡¡y quedan las recetas fantásticas!!!!
Muchos de los edulcorantes no son aptos para cocinar, e incluso el gusto no es igual, por lo que, en bastantes ocasiones, se deben sumar polialcoholes para dar consistencia al producto.
Y a diferencia de los edulcorantes intensivos como la estevia, que son muy potentes en concentración de dulzor en poca cantidad, pero su sabor no los hace sustitutivos del azúcar, como sí lo es Sucralín, de gusto muy agradable porque procede de la caña de azúcar. Y además, sabe a azúcar.
Y los edulcorantes químicos como el aspartamo, tienen problemas como la FENILALANINA (que puede acarrear con el tiempo, incidencias en el hígado, si se va tomando en cantidades no controladas), Sucralín no contiene Fenilalanina y ponemos en nuestros envases que NO la contiene.
El más barato del mercado
Por su alta concentración, (1 gramo de Sucralin equivalen a 7 gramos de azúcar), cuando compras un pote de 175 gramos, en realidad estás comprando 1,225 kilogramos de azúcar.
Así pues, podemos afirmar que Sucralin ¡¡es el verdadero sustituto del azúcar!!
Y sabe a azúcar.
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